Finales Felices

Maya

En Febrero de 2017 recibimos a Maya en nuestro hogar para acompañar a nuestro otro peludo, Shasta. Cuando tomamos la decisión de adoptar a Maya, pensamos que estábamos haciendo un buen acto con una pobre perrita que no tenía hogar, pero estábamos muy equivocados en la percepción de lo que estábamos haciendo. La verdad, es que Maya nos ha cambiado la vida a nosotros, al principio fue una perfecta compañera de vida de Shasta, pero su eterna entrega de amor, cariño y docilidad hizo que nos replanteáramos el por qué de la decisión de adoptarla. A veces pensamos que nosotros no la elegimos, que ella nos eligió a nosotros para acompañarnos en los procesos de vida que estábamos pasando en ese momento. Maya es una perrita que fue muy maltratada, es muy tímida y asustadiza con la gente y con los ruidos, creo que tuvimos la suerte de estar con ella en su vida y apoyarla dándole amor, atención y cariño que tanto lo necesita.

Nunca se nos pasó por la cabeza que todo ese cariño que le entregamos un día iba a generar una devolución de parte de ella… Desde que nacieron mis mellizos, Maya sólo ha tenido actos de amor y cariño con ellos, desde que los trajimos de la clínica, se los presentamos a ambos perros, Maya desde ese minuto generó un vínculo de amor y devoción hacia ambos mellizos. Siempre recordamos sus largos baños de lengüetazos que les daba cuando eran guaguas.