Finales Felices

Boomer & Tommy

Bueno la verdad es que vivir con un perro te cambia la vida. Porque no solo es una gran responsabilidad, sino que son fuente inagotable de enseñanza para tu vida.

Tener a Boomer y Tommy me ha hecho inmensamente feliz. Cada día con ellos ha sido una aventura, cada uno tiene un carácter diferente y cada uno de ellos me entrega su amor incondicional.

Tommy es un ser incansable de amor, solo pide atención con su patita…empujándome para que lo mimen, ama sus peluches y le encanta sacarlos a pasear cargándolos en su hocico. Le encanta dormir a mi lado… y lo que más me sorprende es que no se mueve en toda la noche! Es un perrito noble, humilde, es el amor incondicional que nunca me deja.

Mi Boomer … ese es el macho de la casa jajajaja es un ser protector, no le gustan mucho los abrazos ni los mimos como Tommy, pero es mi guardián … donde voy me sigue, si me ve triste solo se acuesta a mi lado y me mira fijamente, como diciéndome que todo va mejorar pronto. Hasta fuera del baño me espera!.

La verdad mis perritos me han enseñado a amar sin condiciones, gracias a ellos he aprendido el valor de la lealtad, que es inmensa. Y ese “amor” que pase lo que pase “te quiero siempre a mi lado… “ ese amor que solo pide que lo cuides, y que no lo dejes. Por eso estoy feliz del día que conocí a Myriam y que me haya elegido a mi para poder ser la mamá de mi Boomer y Tommy.

Mis perritos me han enseñado más de lo que pensé, incluso a vivir cada momento intensamente, porque ellos disfrutan de un paseo, de un rato de juego o de una comida como si fuese la primera o la última de su vida.